Hoy voy a hablarte de algo muy sencillo y a la vez muy importante, de SER FELIZ.
Reflexionar sobre la vida y sobre lo que quieres de ella es fundamental, y de eso trata este artículo.
Desde el momento en que naces, tu vida ya está planificada, y lo malo es que nunca eres tú el que la planifica.
Querrán que te hagas médico o abogado, que aprendas a tocar el piano y que hagas un poco de natación o atletismo.
O a lo mejor querrán que estudies y saques buenas notas, que vayas a la universidad y que estudies un máster. Bueno, si pueden ser dos, mejor.
Querrán que consigas un trabajo estable y bien pagado, que compres una casa bonita y con muchas habitaciones y que conduzcas un coche de esos que tienen 100 caballos más de los necesarios.
Querrán, querrán, querrán….
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Pero, ¿qué quieres tú?
¿Quieres ser feliz y sentirte mejor, o te conformas con hacer felices a los demás?
La gente que te rodea siempre quiere lo mejor para ti, pero a veces no se dan cuenta de que lo que piensan que es mejor para ti es, en el fondo, algo que tu no deseas.
Lo mejor para ti no tiene por qué ser tener un buen trabajo, un buen sueldo, una buena casa, un buen coche y saber tocar el piano.
Si aun no has leído nunca sobre la carrera de la rata, te lo recomiendo encarecidamente.
La gente no suele pararse a preguntarte qué es lo que tú quieres, y asumen que son capaces de contestar eso por ti.
Para, piénsalo un minuto y da una sola respuesta a la pregunta ¿qué quieres TÚ?
Yo mi respuesta la tengo clara. Realmente, yo lo único que quiero es ser feliz.
Hoy voy a contarte la historia de mi vida, una historia con la que creo que podrás sentirte identificado.
No solo te contaré mi historia para que pases un rato leyendo, sino que lo haré para mostrarte que tu principal objetivo en la vida no debería ser hacer lo que los demás quieren que hagas, sino hacer lo que tú realmente quieras hacer.
Si lo piensas, ¿qué mejor objetivo puedes tener que ser feliz?
Si eres una persona feliz será más fácil que los que te rodean sean felices contigo, todo te irá mejor.
Cuánto más feliz seas, mejores serán tus relaciones y tu vida en todos los sentidos.
Mi historia con la felicidad
Todo empezó en el colegio
Cuando iba al colegio de pequeño era un buen estudiante, y me esforzaba para sacar buenas notas y tener a mis padres contentos.
Ellos estaban contentos, pero sin importar la nota que sacara siempre me exigían un poco más.
Si sacaba un 7 querían un 8, y si sacaba un 9 querían un 10.
Mis padres pensaban que si sacaba mejor nota podría llegar más lejos, podría tener un trabajo mejor y ganar más dinero, pero yo no pensaba eso.
Yo realmente no veía la necesidad de estudiar horas para sacar un 10 si podía sacar un 7 sin esforzarme mucho.
En realidad, sacar buena nota no era algo que me motivara en exceso.
Le decía a mi padre, ¿para qué quiero sacar un 10 si con un 7 me conformo?
Pero él no entendía mi motivación al decir eso, no entendía lo que yo realmente quería de mi vida.
Yo sé que sus consejos venían desde el amor, por supuesto, pero mi bienestar no dependía de sacar un 10 la verdad.
Vamos a la universidad
Llegó el momento de ir a la universidad, y pese a no haber sacado un 9 de media en el instituto pude hacer lo que quería hacer, irme con mis amigos a Barcelona a estudiar ingeniería química.
Mis padres me recomendaban ir a una universidad privada, pagando casi 10.000€ al año.
Eso me permitiría encontrar un mejor trabajo al acabar, poder tener mejores contactos y ganar más dinero, pero seguían sin entender lo que yo realmente quería de mi vida.
Lo que mis padres entendían como un trabajo bueno, yo lo entendía como una forma de vender mi vida, y eso era algo que no me interesaba.
¿Para qué quería ganar mucho dinero trabajando día y noche, si después no tendría tiempo de disfrutarlo?
Eso no iba a hacerme sentir bien y ser más feliz.
Estudié en una universidad pública, ya que no quería pagar 10.000€ al año para estudiar, ni quería tener esa presión por sacar las mejores notas de la clase.
Yo quería irme a vivir con mis amigos y no estar todo el día estudiando, quería disfrutar de mi época universitaria, y eso hice.
A por el máster
Terminó la universidad, y, para que nos vamos a engañar, me encantó.
Disfruté y me lo pasé genial, hice todo lo que tenía que hacer y además, como extra, me saqué la carrera.
Todos dicen lo mismo, al terminar la universidad toca hacer un máster, porque una carrera no es suficiente.
Estando a punto de matricularme decidí que no estaba preparado, y que era el momento de hacer algo que no podría hacer nunca más.
Me fui a vivir a Inglaterra con mi novia, y allí trabajé cambiando bolsas de basura en un hospital, vendiendo puerta a puerta e incluso poniendo bolsas de ensalada en cajas (trabajos fascinantes, vamos…)
Eran mis primeros trabajos, y me daba igual lo poco que ganaba o lo poco motivador que era, yo estaba viviendo algo que no podría vivir nunca más en la vida.
No eran trabajos geniales, pero la experiencia que adquirí estando allí fue mejor que cualquier máster.
El aumento en cuánto a desarrollo personal en esa época fue simplemente brutal. Mejoré mucho como persona, y eso es esencial para ser más feliz.
Al año siguiente, cuando ya me sentía preparado, estudié el máster para ser profesor de instituto.
Muchos no están de acuerdo cuando digo esto, pero yo cuento con una sonrisa en la cara que saque la nota más baja de mi clase en el trabajo de final de máster, un 7 y pico. Aún así me sobraron más de dos puntos…
Mis compañeros estuvieron meses estresados, dedicando horas y más horas al trabajo.
Yo lo hice en dos o tres semanas y sin ningún tipo de estrés, ya que la nota no me interesaba para nada.
Solo quería aprobar, ya que sacar un 5 o un 9 no tenía ninguna implicación en mi vida más que impresionar a los demás.
Era una cuestión de prioridades, y yo tenía claras las mías.
Mi prioridad era ser feliz y aprobar el máster. No era vivir estresado para hacer felices a los demás sacando un 9 en el trabajo.
A trabajar
Así he llegado a donde estoy ahora, en un instituto trabajando como profesor de ciencias.
No puedo quejarme en absoluto, tengo un horario excelente y un sueldo más que decente.
El problema es que me siguen pidiendo más, siguen sin entender qué es lo que yo realmente quiero de mi vida.
Quieren que estudie oposiciones, ya que así me aseguro un trabajo para toda la vida.
Quieren que haga un doctorado, porque es una lástima quedarse solo en un máster. Con lo que podría llegar a ser en la vida…
Quieren que me compre una casa para la que me tenga que hipotecar durante 30 años, total si me saco las oposiciones tendré trabajo asegurado hasta que pueda jubilarme a los 70.
Quieren, quieren, quieren… Aún no entienden lo que YO quiero.
Yo solo quiero SER FELIZ.
Si, si, pero… ¿Qué es la felicidad? ¿Qué es ser feliz?
La felicidad se puede definir de muchas maneras, pero creo que estarás de acuerdo en que podría decirse que ser feliz es equivalente a estar contento y alegre, a pasar más tiempo riendo que enfadado o llorando.
Para mi ser feliz es poder hacer lo que quiera con mi tiempo, poderme ver sonriendo cada vez que me miro al espejo.
Ser feliz es no tener dos días malos seguidos, y mucho menos dos meses malos seguidos.
Está claro que hay cosas que no podemos controlar, seres queridos que lo pasen mal o la muerte de alguien cercano, por ejemplo, pero hay muchas otras que sí.
Ahí entra en juego la psicología y el control de las emociones. Aprovechar al máximo lo que te hace feliz y puedes controlar, y pensar lo mínimo en lo que no puedes controlar y te aleja de la felicidad.
Cuando era pequeño, estudiar no me hacía feliz, y por ello no me pasaba horas haciéndolo solo porque mis padres querían que sacara un 10. Siempre aprobé e hice lo que tenía que hacer, y siempre he pensado en mi futuro, pero nunca fui a por un 10.
En la universidad, iba a clase y aprobaba, pero sólo saqué una matrícula de honor en toda la carrera. Acostumbro a decir que saqué una matrícula de más 🙂
Para qué quería una media de 10 si total no quería acabar trabajando en una empresa llena de gente que lleva traje y no sonríe nunca, gente que vive para trabajar en lugar de trabajar para vivir.
Hacer el doctorado no me haría ser feliz, y por eso no lo hago.
Para mí la felicidad no es tener más estudios que otros ni ser mejor visto por la sociedad por ser doctor.
Ni es tener que trabajar de 8 a 8 de lunes a sábado, sin tener casi tiempo para disfrutar de mi pareja, de mis amigos, de mi familia y, en resumen, de mi tiempo.
Según un estudio de la OMS, en España 2,4 millones de personas sufrieron depresión en 2015, un 5,2% de la población, y eso es solo la gente que se diagnosticó. Y solo en 2015.
De cada 20 personas que conoces, una sufrió depresión clínica en 2015. A lo largo de nuestra vida, más de un 10% de la gente sufrirá depresión, que es lo radicalmente opuesto a ser feliz.
Ahora, cerca de 2019, estoy seguro de que incluso más gente sufre depresión. Avanzamos mucho, pero nos olvidamos de lo que realmente importa.
¿Qué es lo que realmente quieres hacer tú?
Quizá tu objetivo en la vida sea diferente al mío, y eso me parece genial.
Yo no soy quién para decirte que hacer, nadie es quién para decirte que querer.
Puede que quieras hacer felices a tus hijos, a tu pareja o a tus amigos. O puede que prefieras viajar por el mundo y conocer a mucha gente.
Lo importante, lo esencial, es que decidas cuál es tu objetivo en la vida y que lo persigas, que hagas lo necesario para ir por ese camino.
¿Qué sentido tiene correr cuando estamos en la carretera equivocada?
¿No te gusta tu trabajo y te hace sentirte amargado?
¿Tienes algún sueño desde hace tiempo y nunca encuentras el momento para realizarlo?
¿Quieres vivir viajando por el mundo y ni siquiera has salido de Europa?
¿Tienes problemas de dinero pero no haces nada para solucionarlos?
¿Estás estancado y todos tus días son iguales, sin nada que te motive?
Los que renuncian son más numerosos que los que fracasan – Henry Ford
Todo esto es normal, y le pasa a mucha gente, pero quiero que sepas que salir de cualquier situación es posible, ya sea como las anteriores o totalmente diferente.
Eso si, nadie vendrá a darte la solución. Es algo que tienes que hacer tú.
Cómo llegar a ser feliz – Todo depende de ti
Tú eres el dueño de tu vida, y estoy convencido de que puedes conseguir lo que te propongas.
Solo tienes que luchar por ello.
Hace 2 años yo no hacía nada con mi tiempo libre, no tenía ningún objetivo más que trabajar y descansar, y no me conformé con eso, simplemente no podía conformarme con eso.
Estaba perdido, como dice Ángel en su magnífico artículo sobre qué hacer con tu vida, necesitaba un objetivo.
Mi época de estudiante, repleta de cambios y nuevas experiencias, había terminado, y la época que estaba empezando no me gustaba para nada.
Trabajar de los 24 a los 65, casi el doble de lo que había vivido hasta ese momento.
¿Cómo podía pasarme 40 años haciendo lo mismo cada día?
Saqué una libreta y empecé a pensar y a apuntar todo lo que quería conseguir, y desde ese día trabajo para lograrlo.
Me puse a pensar, a buscar información, a leer todo lo que encontraba, y así hasta que encontré mi motivación.
Mi objetivo es ser feliz, y aunque ahora lo soy bastante, para mí la felicidad absoluta reside en ser el dueño de todo mi tiempo, en no tener que vender más de la mitad de las horas que paso despierto por un sueldo a final de mes.
Empecé a aprender cómo gestionar e invertir mi dinero para poder algún día dejar de trabajar, algo conocido como independencia financiera.
El momento en que descubrí que había un camino alternativo al establecido por la sociedad y que no era necesario trabajar toda la vida, sentí un alivio inmenso.
Si realmente existía una posibilidad de trabajar 15 o 20 años en lugar de 40 o 50 tenía que perseguirla, y me puse a ello.
Mi objetivo es dejar de necesitar un sueldo a final de mes, dejar de trabajar en algo que no haría si no necesitara el dinero.
Y estoy seguro de que lo lograré, ya que haré todo lo posible por conseguirlo.
No dejo que la forma en que vivo mi vida sea determinada por otros, ya que nadie sabe qué quiero mejor que yo mismo.
Antes de seguir, y por si algún conocido está leyendo esto, quiero aclarar que estoy encantado con como me criaron, que no mal piensen.
Al final, me habrán intentado llevar por un camino o por otro, pero siempre con buenas intenciones y respetando mis decisiones, que es lo importante.
Y vamos, que no he salido tan mal… A veces la gente me mira un poco raro cuando digo que quiero ser feliz y vivir sin trabajar, pero por lo demás todo ha salido bastante bien 🙂
Y tú, ¿qué quieres de tu vida?
Saca una libreta y empieza a escribir cómo quieres que sea tu vida realmente.
Escribe que te hace feliz y que no, y empieza a eliminar de la lista cosas que no te hacen feliz.
Si no te gusta tu trabajo no puedo decirte que lo dejes y ya está, porque todos tenemos responsabilidades y necesitamos dinero para vivir.
Lo que sí puedo decirte es que empieces a buscar alternativas, que empieces a construir un camino paralelo, para así poderlo dejar algún día en el futuro.
No puedes cambiar tu vida completamente en 1 mes, pero puedes empezar a sentar las bases para asegurarte de que podrás cambiar tu vida en un futuro próximo.
Si no sabes a dónde quieres ir, lo más probable es que jamás consigas llegar a ninguna parte – Mark Fisher
Espero que mi historia te haya resultado entretenida, pero sobretodo que te haya resultado motivadora.
No existe un único camino en la vida, y quién tiene el poder para cambiar tu vida eres tú.
Si no te gusta como vives nadie vendrá a solucionarlo por ti, tendrás que hacerlo tu mismo.
No esperes, actúa.
Las personas que pierden el tiempo esperando las condiciones perfectas para que todo encaje, jamás consiguen hacer nada. El momento ideal para la acción es ¡AHORA! – Mark Fisher
Me gustaría dejarte con una reflexión sobre algo que creo que es fundamental para alcanzar la felicidad, que además va muy relacionada con la temática de Opinatron, la independencia financiera y el dinero.
¿Realmente necesitas todo lo que tienes para ser feliz?
Todo lo que perseguimos debería centrarse en encontrar la felicidad, ¿pero es así realmente?
Yo creo que a medida que pasan los años vamos perdiendo ese foco, ese objetivo, y nos desviamos del camino.
Dinero, coches, casas, pareja, hijos, familia, salud, hobbies, jardinero, piscina…
En ocasiones nos desviamos tanto que terminamos siendo muy infelices.
Para ello, te planteo la siguiente pregunta, ¿Realmente necesitas todo lo que tienes para ser feliz?
Dicho de otro modo, ¿Todas tus acciones diarias te acercan a la felicidad, o algunas te alejan de ella?
Como te he dicho antes, yo persigo la libertad financiera, y lo hago con el objetivo de dejar de depender del dinero para vivir.
No quiero estar todo el día tirado en el sofá, pero tampoco quiero estar obligado a trabajar 40 horas a la semana.
El plan para alcanzar la independencia financiera es simple, ahorrar más dinero todo lo que puedo e invertir mis ahorros a largo plazo para aprovechar el interés compuesto.
El problema está en que mucha gente no es capaz de ahorrar lo necesario, y en muchas ocasiones es porque dejan de plantearse si realmente necesitan todo lo que tienen para ser felices.
¿Realmente necesitas una televisión de 50″ para ser feliz, o te basta con una de 30″?
¿Realmente necesitas un coche de 25.000€ para ser feliz, o te basta con uno de 12.000€?
¿Y una casa de 300.000 con 4 habitaciones y 3 baños? ¿Tener muebles de lujo te hace feliz?
¿Realmente ir a un restaurante que cuesta 50€ por persona te hace más feliz que ir a uno que cuesta 20€?
¿Serás más feliz si te gastas 5.000€ en unas vacaciones familiares que si te gastas 2.000€ en unas vacaciones en la misma compañía?
Es muy fácil caer en la carrera de la rata, aumentando tus gastos a medida que aumentan tus ingresos.
Pero por desgracia, cuando tomas ese camino te olvidas de plantearte si lo que tienes y haces te hace feliz o realmente no te aporta nada, y es algo que no debes olvidar nunca.
Una buena parte de los gastos de la gente son gastos de costumbre.
Gastar en algo que te hacía feliz cuando era algo puntual se convierte en habitual, y simplemente empieza a realmente no aportarte nada.
Estoy convencido de que la gente que gasta el sueldo de 2 meses en unas vacaciones de una semana pasa esa semana amargada, ya que no puede dejar de pensar en todo lo que ha tenido que trabajar para conseguir ese dinero que gastará en tan poco tiempo.
En muchas de las entrevistas que voy publicando en el blog se repite lo mismo.
Diferencia claramente entre los gastos que te aporten felicidad y los que realmente no te aporten nada.
Deja de gastar tu dinero, ese que tanto cuesta ganar, en cosas que no te aporten nada.
La mejor forma de ahorrar es dejar de gastar en lo que no te hace feliz.
Abandona esos gastos de costumbre, y empezarás a vivir mucho mejor.
¿Realmente necesitas todo lo que tienes para ser feliz?
Espero que el artículo te haya gustado y, sobretodo, que te acerque un poco más a lo mejor de la vida, ser feliz.